Hoy os proponemos una receta típica de la cocina sefardí, un meze o entrada-aperitivo. Se trata de un tipo de empanadilla rellena de queso y que en estas próximas fiestas bien podríamos poner en nuestras mesas, como una especie de homenaje a nuestros nuevos (aunque nunca han dejado de serlo) conciudadanos sefardíes, ahora que el gobierno les ha devuelto su pasaporte español.
Ingredientes:
- Pasta filo, brick o de empanadillas (pero en este caso tendremos que estirarla con el rodillo de cocina hasta conseguir que sea lo más fina posible y sin romperla).
- 150 gr, de queso fresco de cabra.
- 150 gr. de queso de oveja curado rallado.
- 150 gr. de requesón .
- 1 huevo (talla M o pequeño).
- 1 manojo de perejil.
- Aceite de oliva.
Elaboración:
Cortar la masa en tiras de unos 7-8 cm. y las mantenemos cubiertas entre dos las hojas dos hojas de papel de cocina húmedo o cubiertas con un paño para que la masa filo no se reseque mientras trabajamos con ella.
Mezclamos los quesos, el huevo y el perejil muy picado en un cuenco y hasta obtener mezcla suave.
Colocamos una tira de masa sobre la superficie de trabajo, con el lado estrecho hacia nosotros y pintamos con aceite de oliva por ambas caras de la tira de masa.
En un extremo de la tira de masa, colocamos una bolita de la pasta de quesos.
Doblamos una de las esquinas de la masa junto con el relleno en dirección opuesta (ver fotografía) de manera que formemos un triangulo con la masa y cubriendo el relleno de quesos.
Volvemos a doblar la masa sobre sí misma formando un triangulo que va envolviendo el relleno, hasta llegar al final de la tira de masa. El final lo meteremos entre la última doblez para que el triangulo quede perfectamente cerrado.
Ahora podemos decidir si freír u hornear las filikas:
Horneamos: Colocamos las filikas sobre una bandeja de horno (previamente cubierta con un papel de horno) y las introducimos en un horno precalentado a unos 200º C. y hasta que tengan un bonito color dorado.
Freímos: En una sartén con abundante aceite de oliva vamos friendo en tandas nuestras filikas hasta que tengan un bonito color dorado, según las vamos sacando las ponemos sobre un papel de cocina absorbente para retirar el exceso de grasa.
Se comen calientes. Buen provecho.