El hummus tal vez sea uno de los platos más antiguos de la humanidad, pues ya era consumido en el antiguo Egipto hace más de 7000 años. El elemento básico de esta receta es el garbanzo, es decir, hummus en árabe y como todo en la vida, hay tantos tipos de hummus como cocineros y cocineras que lo preparan. Cuando viajas al cualquier país del Próximo Oriente, te encuentras hummus de gustos diferentes, unos con mucho sabor a limón, otros con demasiado ajo, otros muy picantes, en definitiva, una misma preparación pero con resultados distintos. Yo siempre tengo en el recuerdo uno que comí en un pequeño restaurante cerca del Crac de los Caballeros en Siria, me pareció excepcional, tal vez por su sabor, su textura, por el lugar, por las circustancias o por la compañía… nunca más he vuelto a probar un hummus como aquel.
Ingredientes:
Colocar todos los ingredientes en un recipiente y triturar (se puede hacer con la batidora, en un robot de cocina o incluso a mano en un mortero, esta última manera será la forma más tradicional) hasta obtener un puré muy fino. Hay a quien no le gusta excesivamente triturado y es posible dejarlo con una textura algo más gruesa, esto va a gustos. Dejamos reposar unos minutos en la nevera.
Se presenta en un cuenco o fuente donde pondremos nuestro hummus, hacemos un hoyo en el centro y en su interior pondremos un poco de aceite de oliva. Decoramos con cilantro o perejil muy picado y un poquito de pimentón espolvoreado (como en la foto).
Si hiciste un tradicional cocido y te sobraron garbanzos por casualidad, esta receta es la ideal para aprovechar los que te sobraron. Una vez que pruebes el hummus con estos garbanzos sobrantes del cocido, a partir de ese momento, pondrás garbanzos de más en el cocido para que sobren y preparar hummus, te lo garantizo.
El hummus se toma como un mezze (aperitivo) o entrada, generalmente se coloca en una fuente en el centro de la mesa y que comparten todos los comensales, mojando un trozo de pan de pita o árabe.
¡Buen provecho!
Ingredientes:
- 400 gramos de garbanzos cocidos (y un poco de caldo),
- 3 cucharadas de t’hina (pasta de semillas de sésamo que se puede comprar en tiendas especializadas, de dietética o herboristerías),
- 2 dientes de ajo (a los que habremos quitado el germen interior para que no repita),
- el zumo de medio limón,
- 60 mililitros de aceite de oliva virgen extra,
- unas ramitas de cilantro (o de perejil),
- una pizca de pimentón picante, de comino en polvo, de pimienta negra molida y sal.
Colocar todos los ingredientes en un recipiente y triturar (se puede hacer con la batidora, en un robot de cocina o incluso a mano en un mortero, esta última manera será la forma más tradicional) hasta obtener un puré muy fino. Hay a quien no le gusta excesivamente triturado y es posible dejarlo con una textura algo más gruesa, esto va a gustos. Dejamos reposar unos minutos en la nevera.
Se presenta en un cuenco o fuente donde pondremos nuestro hummus, hacemos un hoyo en el centro y en su interior pondremos un poco de aceite de oliva. Decoramos con cilantro o perejil muy picado y un poquito de pimentón espolvoreado (como en la foto).
Si hiciste un tradicional cocido y te sobraron garbanzos por casualidad, esta receta es la ideal para aprovechar los que te sobraron. Una vez que pruebes el hummus con estos garbanzos sobrantes del cocido, a partir de ese momento, pondrás garbanzos de más en el cocido para que sobren y preparar hummus, te lo garantizo.
El hummus se toma como un mezze (aperitivo) o entrada, generalmente se coloca en una fuente en el centro de la mesa y que comparten todos los comensales, mojando un trozo de pan de pita o árabe.
¡Buen provecho!
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