Mantecados,
polvorones, roscos de vino, alfajores, etc. son los dulces por excelencia de
las fiestas navideñas y su elaboración van unidas indiscutiblemente a la
gastronomía de Andalucía, aunque hoy en día se tomen en todas las mesas
españolas. Elaborarlos en casa cada día es más raro, pero si los haces, el olor
tan maravilloso que queda al cocerlos, quedará para siempre ligado a tus
recuerdos con estas fiestas.
Ingredientes:
- 250 gramos de harina,
- 150 gramos de azúcar,
- 175 gramos de manteca de cerdo de buena calidad y fresca,
- 2 yemas,
- 1 c/c de canela,
- semillas de sésamo crudas o ajonjolí.
Elaboración:
En
primer lugar hay secar la harina, para ello pondremos el horno a 100º C. Cuando
haya tomado la temperatura introducimos una bandeja con la harina, bien
extendida y la movemos para que se seque uniformemente, sin que llegue a
tostarse, cosa que si haríamos si fuesen polvorones, por ejemplo (no cerramos
la puerta del horno durante el proceso de secado). Sabremos que está seca
cuando la harina esta muy suelta, sin que haya cambiado de color. Dejamos
enfriar la harina completamente.
Precalentamos
el horno a 185ª C.
Importante:
todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente, no fríos.
En
un cuenco mezclamos la manteca de cerdo con el azúcar y bate hasta obtener una
crema muy fina y suave. Incorporamos la canela y un par de cucharadas de
semillas de sésamo. Añadimos la harina seca (tamizada) y trabajamos hasta que
este perfectamente unida a la mezcla anterior. Añadimos la yema de una en una y
mezclamos bien hasta obtener una masa homogénea, la trabajamos un poco.
Pasamos
la masa a una superficie de trabajo ligeramente enharinada y la estiramos con
el rodillo dándole un grosor de un dedo aproximadamente.
Cortamos
porciones de masa dándole forma de mantecado redondo con un corta pastas (sirve
el canto de un vaso o taza), la cara superior la pasamos por un plato con semillas de sésamo y los
vamos colocando en la bandeja del horno cubierta con papel vegetal (de hornear)
o una lámina de silicona.
Una
vez preparados todos los mantecados, los metemos en el horno a cocer unos 15 /
20 minutos o hasta que estén dorados. Los dejamos enfriar sobre una rejilla
metálica, después se pueden envolver con
papel o guardarlos en una caja metálica
(que no cojan humedad). Y a disfrutar.
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